María Adélaida de Saboya, duquesa de Chartres, fue una princesa italiana que se convirtió en una figura importante en la masonería francesa. Fue la primera mujer en ser iniciada en una logia masónica regular, y su iniciación fue un evento significativo en la historia de la masonería.
María Adélaida nació en Turín, Italia, en 1749. Era la hija del rey Víctor Amadeo III de Saboya y de María Antonieta de Borbón-España. En 1769, se casó con Luis Felipe José, duque de Chartres, que más tarde se convertiría en el rey Luis Felipe I de Francia.
María Adélaida se interesó por la masonería a través de su marido, que era un masón activo. En 1773, fue iniciada en la Logia de Adopción Saint Jean de la Candeur, en la sala de Folie-Titon. Su iniciación fue un evento secreto, pero pronto se supo de ella y causó un gran escándalo.
La iniciación de María Adélaida fue una señal de que la masonería estaba cambiando. La orden estaba empezando a aceptar a las mujeres en sus filas, y María Adélaida fue una pionera en este movimiento.
María Adélaida fue una masona activa durante toda su vida. Ocupó varios cargos en la masonería, incluida la de Gran Maestre de la Gran Logia de Adopción de Francia. También fue una defensora de los derechos de las mujeres y la igualdad.
María Adélaida murió en París, Francia, en 1820. Fue una figura importante en la historia de la masonería, y su iniciación fue un evento significativo que ayudó a cambiar la cara de la orden.
La importancia de la iniciación de María Adélaida
La iniciación de María Adélaida fue un evento significativo en la historia de la masonería por varias razones.
- Fue la primera vez que una mujer era iniciada en una logia masónica regular.
- La iniciación de María Adélaida fue un signo de que la masonería estaba cambiando y aceptando a las mujeres en sus filas.
- María Adélaida fue una figura importante en la sociedad francesa, y su iniciación ayudó a dar a la masonería una mayor visibilidad.
La iniciación de María Adélaida fue un evento significativo que ayudó a cambiar la cara de la masonería. La orden empezó a aceptar a las mujeres en sus filas, y María Adélaida se convirtió en una figura relevante en la historia de la masonería femenina.
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